“De la Groenlandia al Pacífico”, un retrato de los inuit

Victoria M. Ballesteros / @victoriambc

“Dadme invierno y dadme perros y podéis quedaros con el resto”. Estas palabras definen a la perfección la personalidad de Knud Johan Victor Rasmussen (1879-1933), más conocido entre los inuit como Kununnguaq o Kunupaluk. Es lo que afirma Francesc Bailón, antropólogo especializado en la cultura inuit, viajero polar y autor del prólogo del libro que hoy nos ocupa: “De la Groenlandia al Pacífico”.

Dicen que Knud Rasmussen, a los 8 años de edad, ya llevaba una traílla de perros y manejaba un fusil bastante mejor que cualquiera de nuestros niños juega a la pelota. De padre danés y madre groenlandesa, por sus venas corría sangre inuit, quizá por eso, hoy en día, aún se sigue hablando en Groenlandia del risueño, divertido y muy querido Rasmussen, “el hombre al que precedía su sonrisa”.

Rasmussen ha sido el antropólogo que ha conseguido mayor grado de confianza e intimidad con las comunidades inuit, muy reacias, en general, a compartir sus creencias y sus tradiciones. Sus obras son referencia obligada y amena en cualquier estudio de antropología.

En este libro relata su valiosa experiencia durante la 5ª Expedición Thule, que recorrió la totalidad de los territorios habitados por los inuit. Recoge costumbres, cuentos, mitos y leyendas e incluso descubre los primeros registros fósiles de la prehistoria esquimal. En ese periplo, Rasmussen se convirtió, además, en el primer hombre en cruzar el paso del noroeste en trineo de perros y encontró restos de la expedición de John Franklin en el Erebus y el Terror y de la expedición de Andrée en globo. Sin embargo, esta hazaña queda en segundo plano por el incalculable valor de su trabajo de campo, que abrió los ojos de occidente a la verdadera y auténtica espiritualidad del pueblo inuit.